Tendinopatía glútea

TRATAMIENTO

En el tratamiento de la tendinopatía glútea suele ocurrir lo mismo que en otras tendinopatías: el proceso de rehabilitación es muy largo y en esta carrera de fondo puedes elegir ser la liebre o la tortuga. La liebre empieza muy bien, casi sin esfuerzo, pero en un momento dado se queda dormida y pierde la carrera. En cambio, la tortuga, que avanza a un ritmo lento pero constante, con el esfuerzo de llevar consigo su caparazón, finalmente consigue ganar a la liebre.

Si en vez de una carrera de fondo, hablamos del éxito del tratamiento, las inyecciones de corticosteroides funcionan muy bien el primer mes, con un 75% de efectividad. 3 de cada 4 inyecciones serían consideradas un éxito. Sin embargo, a partir de los 4 meses, la efectividad ya ronda el 50% y sigue bajando. Es un tratamiento que consigue aliviar rápidamente el dolor, pero que pierde eficacia con el paso del tiempo, que no dura para siempre y que puede conllevar muchos efectos adversos para el tendón a largo plazo.

Con la fisioterapia ocurre un poco lo contrario. La aplicación de ondas de choque que se realiza en muchos centros de fisioterapia muestra tan solo un 13% de tasa de éxito tras el primer mes, pero este porcentaje se convierte en un 68% después de 4 meses y en un 74% tras 15 meses.

El ejercicio terapéutico, que forma parte de la fisioterapia y que puedes realizar desde tu propia casa, muestra tan solo una tasa de mejora del 7% tras el primer mes y del 41% en 4 meses. Es decir, que los primeros meses es muy probable que no notes ninguna o muy poca mejoría. Sin embargo, 15 meses después del inicio, el ejercicio terapéutico es el tratamiento con mayor tasa de éxito para la tendinopatía glútea con un 80% de eficacia. Y además te habrás ahorrado miles de euros en sesiones de ondas de choque.

Estos son los datos que ofreció el primer estudio sobre el tratamiento no quirúrgico de la tendinopatía glútea.

Aunque las infiltraciones pueden proporcionar un alivio inmediato del dolor, no te las voy a recomendar nunca. Los productos que se inyectan también pueden comprometer la integridad de los tejidos y deteriorarlos aun más a largo plazo. Además, las infiltraciones también pueden alterar las expectativas sobre otros tratamientos posteriores como el ejercicio y la educación, que han demostrado ser superiores a las infiltraciones pero que requieren de más tiempo para ser efectivos.

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