Tendinopatía glútea

¿POR QUÉ SE PRODUCE UNA DEBILIDAD EN LOS ABD?

El juego del tira y afloja es divertido cuando está equilibrado, pero no tiene tanta gracia si hay un claro desequilibrio. No sería justo si se jugase en una ladera en vez de en un terreno plano. El equipo que está más abajo tendría todas las de ganar, mientras que el equipo que tiene que remontar la ladera se vería frustrado, a pesar de todos sus esfuerzos, y acabaría por abandonar.

Pues bien, en las mujeres, por su morfología, el juego de la cuerda suele estar desequilibrado. Es como si sus músculos juegan en una ladera.

De forma general, la pelvis de las mujeres tiende a ser más amplia y más abierta que la de los hombres, debido a la necesidad biológica de espacio adicional para el parto. Esto genera un ángulo de la cadera más amplio que el de los hombres, lo que inclina la posición natural del fémur de la mujer. El fémur es la esplanada donde se juega, y pasa a ser una ladera cuando se inclina tanto.

De esta forma, el equipo de los ADD toma una clara ventaja biomecánica sobre los ABD, que pierden el tira y afloja.

Los ADD acaban siendo más utilizados y por tanto más fuertes que los ABD, nuestros queridos glúteo medio y menor, que acaban siendo menos utilizados y más débiles a consecuencia. A este fenómeno hay que añadir también que los huesos de las mujeres tienden a ser más pequeños y ligeros que los de los hombres, lo que afecta a la resistencia y a la fuerza muscular máxima de los ABD de la mujer.

Por estos motivos, en las mujeres es común encontrar una debilidad de los ABD.

MENOS FUERZA Y MÁS TRABAJO

Pero no solamente los ABD suelen ser más débiles en las mujeres, sino que encima su tendón sufre mayores demandas mecánicas.

Biomecánicamente, el glúteo medio tiene un área de inserción menor y un brazo de momento más pequeño en las mujeres que en los hombres, lo que significa que el tendón sufre más carga en su inserción y es menos eficiente en el caso de las mujeres que en el de los hombres.

Es como si en una empresa de mudanzas al trabajador menos fuerte le dan los paquetes más pesados para cargar. Ese trabajador poco a poco se irá quemando del trabajo y un día explotará y se quejará. Pues con un tendón débil con mucho trabajo pasa lo mismo: se va irritando poco a poco, empieza a desgastarse, hasta que un día empieza a quejarse y es ahí cuando te duele.

PÉRDIDA DEL CONTROL PÉLVICO

Cuando los ABD están débiles, o simplemente no son capaces de asumir las demandas mecánicas, la pelvis empieza a caerse hacia el lado opuesto. Esto es lo que se conoce como signo de Trendelenburg (imagen b).

Y como el cuerpo es muy inteligente, normalmente compensa esta caída de la pelvis con el tronco, lo que se conoce como un Trendelenburg compensado (imagen c). Puede que si sufres una tendinopatía glútea, hagas esto inconscientemente.

COMPRESIÓN DEL TENDÓN

Cualquier desviación en el control del plano frontal, ya sea por dolor o debilidad, aumenta las fuerzas de compresión de los tendones de los ABD en el trocánter mayor y las bursas trocantéreas, así como aumenta la tensión a través de la banda iliotibial.

Cuando la pelvis cae debido a esta falta de control pélvico, el tensor de la fascia lata adquiere una ventaja mecánica para levantar la pierna hacia el lado. Esto compensa la debilidad de los ABD para poder seguir abduciendo la pierna.

Sin embargo, cuando este músculo se activa, la banda iliotibial se tensa y ejerce una mayor compresión sobre el trocánter, pudiendo irritar más fácilmente el tendón de los ABD.

No pasa nada si esto sucede de vez en cuando, pero la irritación crónica del tendón lo desgasta a largo plazo.

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