La «neuralgia del trigémino» suena raro pero significa literalmente «dolor del nervio trigémino». Es la causa más común de dolor neuropático craneofacial.
El nervio trigémino (V) es el nervio más largo y grande de los 12 pares de nervios que tenemos en la cabeza que son responsables de transmitir estímulos sensoriales, motores (músculos de la masticación) y autónomos a la cabeza y el cuello.
En una neuralgia del trigémino, el dolor sigue la distribución del nervio, generalmente en un solo lado de la cara.
Este se divide en 3 ramificaciones principales: el nervio oftálmico (V1), maxilar (V2) y mandibular (V3). Solo un 5% de los pacientes que sufren una neuralgia del trigémino experimentan dolor en la región V1 de la imagen. La mayoría experimentan dolor en el territorio de V2 y/o V3.
El dolor se manifiesta en forma de ataques súbitos y breves (entre unos segundos y dos minutos) pero muy intensos y a menudo eléctricos o punzantes. Estos episodios pueden ser desencadenados por estímulos leves como el tacto o el viento en la cara, comer, beber, hablar, lavarse la cara o cepillarse los dientes, pero también pueden surgir espontáneamente. Además, pueden acompañarse de un dolor más atenuado pero constante.
¿POR QUÉ SUCEDE?
Clásicamente, se piensa que este dolor se produce debido a una compresión neurovascular de la raíz del trigémino, lo que en teoría provoca una irritación y atrofia del mismo.
En un 10% de los pacientes se desconoce la causa y en otro 5% se desarrolla secundariamente a otra patología subyacente, pero en estos casos la afección suele darse en V1, en los dos lados de la cara y estar acompañada de signos sensitivos.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Es necesario realizar una resonancia magnética para una correcta valoración y para descartar causas secundarias.
En la práctica, aunque la resonancia magnética puede revelar la compresión del nervio, muchos pacientes carecen de ella y tampoco presentan lesiones en las exploraciones. De hecho, en la mayoría de los casos el examen neurológico es normal y esto hace que el dolor de la neuralgia del trigémino se atribuya inapropiadamente a otras causas. Es por ello que resulta una patología difícil de diagnosticar y, por tanto, subestimada.
No existen pruebas diagnósticas o de laboratorio establecidas para esta patología, su diagnóstico es clínico. Un signo típico de la neuralgia del trigémino es la pérdida del reflejo corneal, el parpadeo involuntario cuando se estimula la córnea.
Puede confundirse con otras patologías como migrañas, cefaleas en racimos o problemas dentales. Responde a estas preguntas para orientarte mejor, pero acude a tu médico para un diagnóstico preciso.
¿QUÉ TE RECOMIENDO COMO TRATAMIENTO?
Lo primero que te recomiendo es seguir las indicaciones de tu médico en relación a los fármacos. Los antiepilépticos carbamazepina y oxcarbazepina son el tratamiento farmacológico de primera línea para la neuralgia del trigémino.
En cuanto al tratamiento de fisioterapia, personalmente trato esta patología con estimulación nerviosa eléctrica percutánea o PENS, por sus siglas en inglés (percutaneous electrical nerve stimulation). Es un tratamiento mínimamente invasivo, seguro y altamente efectivo para el dolor facial idiopático persistente. Según este estudio, sin duda debería formar parte de su arsenal de tratamiento. Su aplicación mejora la circulación dentro del nervio y desencadena la liberación de sustancias endógenas similares a la morfina, que modulan o reducen el dolor. En mi opinión subjetiva, resulta muy eficaz en nervios atrapados, presionados y sensibles para mejorar el dolor y la función.
La terapia manual es la segunda parte del tratamiento de fisioterapia que propongo, como complemento a la PENS.
Por último, es muy importante realizar ejercicios de activación de los músculos de la masticación, a ser posible varias veces al día. Esto es fundamental para la recuperación de la función nerviosa y la comunicación entre los músculos y el nervio.